Me encantan las preparaciones dulces con manzanas, ese típico sabor y su aroma inconfundible durante el suave horneado, y así es que le llegó el momento a esta clásica torta en mi cocina, de ingredientes altamente sencillos y cotidianos sin llegar a ser empalagosa, el punto justo para un desayuno o merienda, donde en lo único que tendrán que invertir un poco más de tiempo es en el preparado de las manzanas, vale la pena porque esta preparación está marcada como una más de esas fieles que nunca fallan.
Ingredientes:
Aceite de Girasol: 1 pocillo (110/120 cc)
Azúcar: 150 gramos
Huevos: 3
Harina leudante: 300 gramos
Leche: 1 taza
1 cdita de esencia de vainilla y de canela en polvo
Manzanas verdes: 5 unidades
Jugo de 1 naranja
Ralladura de 1 naranja
Pasas de uva: 50 gramos
Vino dulce de postre (oporto, moscato): ½ vaso
Azúcar impalpable: cantidad necesaria
Como la preparamos?
Pelar las manzanas cortarlas en gruesas tajadas y cocinarlas con un poco de azúcar y el jugo de naranja (podemos cocinarlas en microondas 3’, revolver y 3’ más al 100%, o bien dentro de un recipiente apto para horno tapado con un papel de aluminio aproximadamente 12’). Una vez que pierdan algo su rigidez, retirarlas del fuego, colarlas bien (debe eliminarse todo exceso de líquido), añadir la canela y las pasas de uva previamente remojadas en vino dulce.
En un recipiente profundo unir y batir ligeramente el aceite con el azúcar. Agregar los huevos de a uno. Incorporar la harina alternando con la leche hasta lograr una pasta consistente siempre batiendo continuamente. Perfumar con la esencia de vainilla. Al retirar del batido incorporar la ralladura de naranja (lo dejaremos al final, para que no queden adheridas a los batidores)
Enmantecar y enharinar un molde de 22 cm de diámetro y verter ¾ partes de la preparación.
Cubrir las manzanas con el resto de la pasta, hornear 45 minutos a temperatura moderada. Retirar, reposar 5’ y desmoldar, espolvorear con azúcar impalpable antes de servir.
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