MERMELADA DE NARANJA INGLESA


Los que ya me conocen sabrán que me encanta realizar mermeladas! La mermelada de naranjas es muy particular porque generalmente es de sabor amargo pero esta formula de Blanca Cotta es DULCE, y con poco dinero obtendremos varios frascos. Leamos lo que la autora nos cuenta a continuación:

“¿Se lo imagina…? Un rincón de la alacena con frascos & frasquitos repletos de cosas ricas preparadas con sus propias manos. Mermelada de naranjas… lleva su tiempito pero vale la pena.
Hay mermeladas que se hacen en media hora, y otras que llevan tres días. Aquí le propongo una inglesa de naranjas con trocitos en suspensión que requiere paciencia pero sale requeterrica”.


Ingredientes:
Para 5 frascos de 250 gramos aproximadamente c/u
Naranjas: 4 si es posible, la variedad llamada de ombligo
Limones: 2
Agua: cantidad necesaria
Azúcar: cantidad necesaria
Alcohol fino: cantidad necesaria

Preparación:

  1. Cepille las naranjas y limones bajo el chorro de la canilla a fin de lavar muy bien las cáscaras. Séquelas.
  2. Tome la cuchilla más filosa de la casa y corte las naranjas y los limones (así, sin pelarlos) en rodajas finísimas.
  3. Quíteles las semillas (una sola semilla filtrada en el dulce le otorgaría un sabor amargo). Recoja en un bol el juguito que suelten.
  4. Mida las rodajas de naranja por tazas, presionándolas bien, y colóquelas en un bol grande. Lleve bien la cuenta de cuántas tazas fue poniendo…
  5. Agregue el triple de agua en relación a las naranjas medidas. Ejemplo: para 4 tazas de fruta… ¡12 de agua! Déjelas así en remojo, hasta el día siguiente.
  6. Al otro día… escurra la fruta del remojo, pero ni se le ocurra desechar el agua: ¡resérvela para usarla después!
  7. Vuelva a buscar la cuchilla afilada y corte las rodajas de naranja y de limón en re-que-te-finísima juliana (en tiritas, ¡bah!)
  8. Coloque la juliana de naranja y limón, más el juguito que soltaron y el agua del remojo en una cacerola grande. Lleve a fuego fuerte y haga hervir unos 10 minutos.
  9. Retire del fuego, vuelque el contenido en un bol grande y deje estacionar el pasticcio hasta el día siguiente. Pasado el día… ¡vuelva a medir la pulpa y el líquido por tazas! (lleve la cuenta…) y coloque lo medido en la cacerola grande. Agregue, por cada taza de pulpa y líquido, una taza de azúcar.
  10. Hierva a fuego fuerte revolviendo cada tanto con cuchara de madera, hasta que, al revolver, la mermelada grite “¡brzzz…!”. Ese ruidito indica que está lista, aunque todavía parezca floja. Al enfriarse tomará consistencia. Si no, hágala hervir otro ratito.
  11. Una vez a punto, envase la mermelada en los frascos esterilizados. Y, una vez fría, ciérrelos herméticamente: intercale entre dulce y la tapa un disco doble o triple de papel de filtro empapado en alcohol fino. Guarde los frascos en sitio oscuro y seco… ¡Bien escondidos, pueden durarle un año!

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