ÑOQUIS DE RICOTA Y JAMÓN



¿y los ñoquis para este 29?... acá están!!!
El comer ñoquis los días 29 y colocar dinero debajo del plato es una tradición que se cumple en Argentina y en otros países, pocos saben que su origen se remonta al siglo VIII y encuentra en San Pantaleón a su protagonista.
Este joven médico vivía por entonces en Nicosia -Asia Menor- y, tras convertirse al cristianismo, peregrinó por el norte de Italia, donde los ñoquis eran ya un plato tradicional.
Según cuenta la tradición, Pantaleón practicó en Italia gran cantidad de curaciones milagrosas, por las que a su muerte fue canonizado.
La historia se vincula a una leyenda que dice que un 29 de diciembre Pantaleón, hambriento y vestido con andrajos luego de peregrinar durante varios días, tocó a la puerta de unos campesinos vénetos para pedirles un poco de pan. Estos, llenos de bondad y conmovidos por su aspecto, lo invitaron a compartir su mesa que, aunque pobre, estaba llena de buenas intenciones: había sólo siete ñoquis para repartir entre ellos y el recién llegado.
Agradecido por poder saciar su hambre, el médico-santo les anunció un año de pesca y excelentes cosechas, profecía que, finalmente, se cumplió. Esa misma noche, al levantar la mesa luego de que Pantaleón se hubo marchado, la mujer del campesino encontró una sorpresa inesperada: debajo de cada plato había varias monedas de oro, con las que inauguraron ese período de prosperidad que el santo de los enfermos les había augurado.
Como el episodio ocurrió un 29, esa es la razón por la que se conmemora ese día de cada mes la tradición de los ñoquis, una de las comidas más sencillas, con las que se alimentaban los pobres del siglo VIII. El ritual que lo acompaña, y que consiste en poner dinero debajo del plato, recuerda el milagro producido esa noche por Pantaleón y simboliza el deseo de nuevas dádivas.
En Buenos Aires, a fines de la década del `70 (1979 para ser más preciso) se reunían todos los meses algunos periodistas gastronómicos, alternando cada vez en casa de cada uno, como motivo de la reunión el dueño o dueña de casa preparaba un menú para agasajar a todos, cuentan que en oportunidad de tocarle a “Monona Molina”, justo la fecha cae un día 29, ella conociendo la historia anterior decide preparar para esa ocasión “ñoquis de papa”, aunque simples y nada complicados, fueron recibidos con sendos aplausos. Aquella comida dio origen a un club muy particular que se llamó “El Club del Ñoqui” que reunía todos los meses a prestigiosas personas de todos los ambientes culturales y sociales de la Capital porteña y a mucha gente de prensa, pronto se divulgó la costumbre y por ello fue adoptada en muchos hogares y restaurantes que recogieron enseguida la idea y cada 29 reunían a amigos, compañeros de trabajo, familiares, o simplemente uno mismo…


Ingredientes para 4 porciones
Ricota requesón, cuajada: 500 grs
Huevo: 1
Yema de huevo: 1
Jamón cocido jamón York: 100 grs
Harina 0000 harina sin preparar, harina refinada: 200 grs
Perejil picado: 2 cucharadas
Sal y pimienta: a gusto
Para la salsa que se acompañó:
Morrón rojo: ½ unidad
Cebolla: 1
Puré de tomates: 500 cc
Crema de lecheNata: 200 cc
Sal y pimienta

                                    Cómo los preparamos?                                        

En un bol colocar la ricota, tratemos que sea de buena calidad sin demasiado suero en su textura, el huevo, la yema, el perejil y el jamón cocido muy pero muy bien picado.
Agregar entonces la harina y condimentar. Unir los ingredientes hasta formar una masa homogénea sobre la mesa apenas enharinada. No busquemos que quede una masa lisa ya que por la ricota esto no se logrará.
Espolvorear nuevamente la mesa de trabajo con harina, tomar porciones de la masa obtenida y formar cilindros delgados. Cortar con cuchillo la masa para formar los ñoquis.
Para esta receta no utilizaremos ni tablita ni tenedor para marcarlos debido a que se dificultaría por la textura rugosa de la masa y tendería a romperse. Para formarles el huequito hacemos una leve presión con el dedo y hacemos rodar sobre la misma mesa. Espolvorear con harina para evitar que se peguen. Cocinar en abundante agua hirviendo con sal. Cuando comienzan a subir, retirar y reservar.


Salsa:
En una sartén colocar el morrón y la cebolla finamente picados, cocinar con un poco de aceite. Agregar el puré de tomates y seguir cocinando 5 minutos más, agregar la crema de leche, apagar el fuego y condimentar.
Incorporar a la sartén los ñoquis cocidos. Mezclar bien y servir en una fuente espolvoreados con queso rallado.
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